Joan Rivers: su muerte es más relevante que muchas otras

Joan Rivers falleció el jueves 4 de septiembre de 2014 a las 13:17 horas en Nueva York, confirmó su hija, Mellisa, en un comunicado que cita la página E! Online, casa más reciente y vistosa de Rivers, donde tenía a su cargo el ‘Fashion Police’ de cada semana.

‘Fashion Police’, además, había cesado sus transmisiones hasta que la comediante de 81 años se recuperara… quién sabe si el programa vuelva, aunque reza un dicho muy famoso entre la gente del espectáculo: the show must go on.

Joan fue hospitalizada el pasado jueves en Mount Sinai en Nueva York luego de que un aparente y sencillo procedimiento quirúrgico le fue practicado en la garganta, en una clínica de esa ciudad. No despertó. Nunca más.

Desde hace una semana, la comediante de origen judío y de humor más que ácido, había levantado las cejas de muchos más extraños que propios, no solo porque entró a urgencias al hospital, sino porque además se tardaron en atenderla y su cerebro dejó de recibir oxígeno… Un amigo me dijo que aunque despertara, no sería la misma. Y eso es verdad.

Joan es la conciencia del showbiz en Estados Unidos, y en otros lados también: se acabó a cuanto actor, actriz, famosa y no tanto pudo; habló siempre con desdén de las estrellas subidas de tono y con verdad horripilante ante las actitudes de divas, que tanto abundan en el mundo del espectáculo.

Joan es la parte más ácida de la comedia, y es la primera en decir que su muerte sería más pronto que la que nos imaginábamos. De ahí si relevancia: nadie esperaba que de un día para otro, a sus 81 años de edad, moriría como consecuencia de un procedimiento aparentemente sencillo y de rutina… Ironía pura: murió a causa de una cirugía, fetiche por el que fue conocida.

Su vida como comediante es la más rica: comenzó por burlarse por sí misma y se destacó por hacer chistes incluso muy rudos acerca de su vida misma (eso de que su esposo se suicidó porque ya no soportaba estar con ella, por ejemplo)… Todos ellos, ejemplos de que la comedia es la parte más catártica para hacer pasar el rato, para alegrar a quien fuere y en el momento que fuere. Aunque muchos apliquen el too soon

Joan no cupo más en este mundo, la teníamos harta, y a su más puro estilo eclipsó a quienes se jactaron de ser súper rudos y haber vivido cual rockstars durante mucho tiempo. Sí: aplicó el #BitchStoleMyFuneral, y ello, será apenas lo primero que se diga de esta mujer que llegará a las bodegas de Tupperware como parte de sus deseos finales.