Basta de amargarse la vida

Un cambio de perspectiva puede ser la clave fundamental para dejar de hacerse problema por todo. Al menos esto es lo que explica el psicólogo catalán Rafael Santandreu en su libro "Claves para No Amargarse la Vida", quien sostiene que el auge de los actuales problemas emocionales radica en una mala filosofía de vida que nos va invadiendo sin darnos cuenta. Aprendiendo a pensar de otra forma, con unos principios de vida diferentes, uno se hace más fuerte y feliz.

Nada es tan terrible... - Thinkstockphotos
Nada es tan terrible... - Thinkstockphotos

Algunas de las más frecuentes creencias tóxicas, según el psicólogo, son las siguientes:

1. Necesito tener a mi lado alguien que me ame; de lo contrario ¡qué vida más triste!

2. Debo tener un piso en propiedad. De lo contrario, soy un maldito fracasado muerto de hambre.

3. Si mi pareja me pone los cuernos no puedo continuar con esa relación. La infidelidad es una cosa terrible que te destroza por dentro.

4. Más siempre es mejor. El progreso siempre es bueno y consiste en tener más cosas, más oportunidades, más inteligencia...

5. La soledad es muy mala. Los seres humanos necesitan tener a alguien cerca porque sino son unos desgraciados.

La clave está en el diálogo interno, o sea, todas esas aseveraciones que nos hacemos a nosotros mismos y que jamás ponemos en duda. Por algún motivo, damos por cierta esta estructura de creencias. Dramatizamos las cosas, todo nos parece terminal y terrible, o nos sentimos víctimas de una confabulación del universo en nuestra contra.

"A diferencia de los diagnósticos psiquiátricos —dice Santandreu-, yo prefiero emplear un solo diagnóstico. A todo el mundo le digo que tiene "terribilitis". En realidad, todos los que están mal: depresivos, ansiosos, etcétera, lo que tienen es 'terribilitis': la tendencia a calificar de terribles cosas que no lo son."

El psicólogo, en una entrevista con la edición española de la revista Hola, explica la diferencia de perspectiva con un ejemplo: "Estar desempleado es 'malo', pero no es una 'tragedia total'. Mucha gente se fustiga por estar sin trabajo. Se dicen a sí mismos: 'No valgo para nada, la sociedad es un asco y no lo puedo soportar', y eso no los ayuda en absoluto. Además de estar desempleados, se provocan un trastorno emocional que puede ser peor que el hecho de la falta de trabajo."

La pregunta es, ¿las personas podemos realmente cambiar nuestra estructura de creencias?

"Se necesita llevar a cabo un trabajo intenso, pero se puede —afirma Santandreu-. En realidad, este libro pretende ser una herramienta para todos aquellos que no puedan pagarse un buen psicólogo y que deseen hacer el trabajo por su cuenta."

Muchos de los cambios que propone el libro están ligados a la filosofía budista, y no es nada casual que, últimamente, buena parte de las más modernas metodologías terapéuticas lo estén. "Los psicólogos cognitivos empleamos herramientas modernas de investigación, pero claro, coincidimos en muchos hallazgos. Muchos budistas o también cristianos practicantes me han dicho que nuestra terapia es otra lectura de sus presupuestos y me alegro de lo que vean así. Llámale como quieras: una mente sana y feliz se distingue en todas partes."

A decir verdad, al leer el libro me he sentido identificada con algunas de sus premisas. Yo misma, y ya lo he dicho en otro artículo, he pasado por una situación de depresión leve. Salí de ella gracias a la meditación, y a un cambio mental que me ha llevado a desdramatizar los acontecimientos a mi alrededor.

Nada es tan terrible en la vida, salvo la muerte de los seres queridos. El resto pasa, siempre pasa. Y a veces basta con quedarse quieto y en calma.

El dolor es parte de la vida, pero el sufrimiento —eso es lo que aprendí- lo produce la mente.

Twitter: @aleherren

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