¿Qué es la inteligencia emocional?

¿En qué consiste? ¿Se puede ser poco inteligente en general y muy inteligente en lo emocional? ¿Es una herramienta propicia para manejar conflictos?

No se trata de un concepto nuevo, ni mucho menos. En 1990, Daniel Goleman (autor de un libro (1995) sobre el tema que se convirtió en best-seller y masificó el concepto), en su papel de periodista científico del periódico estadounidense The New York Times, se atrevió a hincarle el diente a un artículo en una revista pequeña académica, firmado por dos psicólogos, John Mayer, ahora en la Universidad de New Hampshire, y Peter Salovey, de Yale. Mayer y Salovey ofrecieron la primera formulación del concepto que llamaron "inteligencia emocional".

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La "inteligencia emocional" (IE) se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos investigadores sugieren que se puede aprender y fortalecer, mientras que otros afirman que es una característica innata.

Desde 1990, Peter Salovey y John D. Mayer han sido los principales investigadores sobre la inteligencia emocional. En aquel influyente artículo la definieron como "el subconjunto de la inteligencia social que implica la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios y de los demás, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y las acciones."

Salovey y Mayer propusieron un modelo que identifica cuatro factores diferentes de la inteligencia emocional: la percepción de la emoción, la capacidad de razonar utilizando las emociones, la capacidad de comprender las emociones, y la capacidad de gestionarlas.

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La percepción de las emociones: El primer paso en la comprensión de las emociones es exactamente percibir cómo y cuándo se activan, en uno y en los demás. En muchos casos, esto puede implicar la comprensión de las señales no verbales, como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.

La comprensión de las emociones: En esta instancia es cuando deben activarse cuestiones cognitivas, porque debo percibir la emoción (propia y ajena) y luego intentar "leer" sus causas.

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Razonamiento con las emociones: El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a establecer un orden de prioridades acerca de a qué cosas prestarles atención y a qué cosas reaccionar.

Manejo de las emociones: La habilidad de manejar las emociones de manera efectiva es una parte clave de la inteligencia emocional. Regularlas, para poder responder de manera adecuada a las emociones de los demás son aspectos sumamente importantes de la gestión emocional.

Según Salovey y Mayer, las cuatro ramas de su modelo son "ordenados de procesos psicológicos básicos a procesos mayores, psicológicamente más integrados".

¿Cómo es alguien con inteligencia emocional? Es alguien que posee conciencia, tolerancia al estrés, capacidad para la resolución de problemas y para proveer felicidad.

Y si les quedan dudas, pueden hacer click en este Test que la mide.

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