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Seth MacFarlane: el monólogo que puede salvar al Oscar

   

Muchos creyeron que Seth MacFarlane no sería capaz de hacer algo más que ofender a un puñado de actores “de la vieja guarda” y así, tal vez, elevar la audiencia de los Premios Oscar de este 2013. Uno de los más rudos en este tipo de entregas es Tommy Lee Jones, y él fue el primero en soltar una sonrisa cuando Seth comenzó diciendo que iba a contar el chiste que lo haría carcajear… Eso relajó a la audiencia, tanto dentro como fuera del Teatro Dolby.

Así rompió el turrón. Y demostró de paso que se puede hacer mucho con comedia de por medio, buenos escritores, chistes y una pizca menor de desgarre de vestiduras por parte de los más ortodoxos para esto de las entregas de los Oscar.

Y es que no es raro pensar que este experimento sea exitoso (no solo en número de televidentes, sino en calidad del show además), no solo por la frescura que le imprime a una industria que si bien ha intentado cambiar en el pasado inmediato, no siempre ha tenido la capacidad de hacerlo de forma graciosa.

El monólogo de apertura incluyó una aparición sorpresa de William Shaftner como el Capitán Kirk de la saga 'Star Trek', y quien adujo venir del futuro donde las críticas para con el trabajo de Seth eran más que críticas; mostró una reseña en la que se decía que el guionista de ‘Ted’ había sido el peor anfitrión del Oscar.

Y no paró ahí: mostró un tres de números musicales que serían mal vistos por la crítica de entretenimiento de Hollywood. De forma graciosa, Seth fue capaz de presentar (con este recurso) dos versiones cómicas acerca de las películas y algunos personajes destacados de la entrega 85 del Oscar.

El más riesgoso fue el primero, con el que parece haberse inoculado: hizo una revisión de las actrices que han mostrado sus pechos en las películas que han estelarizado, y como cereza del pastel, mencionó casi todas las cintas en las que Kate Winslet ha participado.

Las risas fueron bastantes, pero aún así, el Capitán Kirk no creía que fuera posible que el desempeño del creador de 'Ted' pudiera salir avante de este evento. No fueron suficientes las caras de enojo de Charlize Theron y un par más de las mencionadas, la de alivio de Jennifer Lawrence y las caras de "OMG!" que se veían en las tomas generales conforme Seth cantaba unos versos que salieron de la misma mente y equipo que hizo la canción 'Thunder Buddy'.

No por nada, el tema fue de lo más comentado en redes sociales: se compartían fotos que se tomaban desde las pantallas, se retuiteaban y compartían las imágenes que muchos artistas se tomaban dentro y fuera de cámaras durante la transmisión de la entrega, y los medios hacíamos un marcaje personal de las bromas… En más de una ocasión, Seth hizo bromas acerca de varios personajes que bien habrían cabido en un formato roast (sí, así de pesadas); se esucharon gestos de desaprobación, pero él salió avante con un “¿de verdad? Es una broma sobre un hombre que murió hace 150 años ¿y me dicen que aún es muy pronto?”, en referencia al hombre que entró en la cabeza de Abraham Lincoln.

La acidez y la ligereza en lo políticamente correcto pareció un buena mezcla entre la parte tradicional de la entrega de premios más sobria de la industria del entretenimiento, y esa nueva sangre que está avasallando en la Meca del cine (el mismo MacFarlane se burló , en buena lid, de Ben Affleck diciendo que será recordado como el gran director de su generación, y que pronto será llamado Benjamin Affleck).

El experimento parece haber salido bien y los resultados los veremos en los números de mañana (pero claro, en los números de Estados Unidos, que no toman en cuenta los poco menos de mil milones de personas que vimos este show fuera de ese país).

¿Lo más destacado? Seth tiene muchos proyectos en el cine, y 'Ted' le abrió esas puertas que ahora creo no se cerrarán.